Por mucho que nos esmeremos en la limpieza de casa, el polvo parece ganarnos siempre la batalla. Y es que ese conjunto de partículas microscópicas que se depositan sobre todas las superficies del hogar, piden a gritos ser eliminadas al menos dos o tres veces a la semana. Ya que de no quitar el polvo cada pocos días, la suciedad se va acumulando y volviéndose más difícil de erradicar.

Esto hace que a veces limpiar la casa se convierta en un engorro. Por eso, para hacer más amenas estas labores y limpiar menos, os traemos algunos consejos para quitar el polvo de manera eficaz.

¡No te los pierdas!

Ventilar antes de limpiar la casa

Si ventilamos la vivienda antes de empezar con la limpieza de casa, impediremos que el polvo vuelva a depositarse sobre los muebles nada más terminar de limpiar.

Lo ideal es ventilar a primera hora de la mañana, cuando el aire es más limpio. Y mejor hacerlo de habitación en habitación, para que el polvo no se mueva en exceso y lo tengamos mejor controlado.

En condiciones normales bastará con ventilar diez minutos. Así no entrará ni mucho frío, ni mucho calor en casa. Una vez se haya ventilado, cerraremos las ventanas.

¿Cómo quitar el polvo de los muebles?

Cuando el polvo se deposita en los muebles, la casa adquiere aspecto de dejadez. Además, el polvo puede ser perjudicial para la salud, especialmente en personas con problemas respiratorios.

Para quitar el polvo de los muebles es importante utilizar los productos de limpieza adecuados en función de su material.

Los muebles pulidos son los que menos polvo desprenden gracias a la última capa de su acabado.

Lo mejor para quitar el polvo de los muebles es utilizar una bayeta de microfibra humedecida en agua. Si se utilizan los clásicos plumeros, el polvo en lugar de quedar atrapado a esta herramienta de limpieza, se moverá de un lado a otro.

Aspirar las superficies

El siguiente paso para hacer una buena limpieza de casa es aspirar las superficies. Contar con un aspirador profesional es lo mejor para quitar el polvo del suelo y del resto de superficies como alfombras. El uso de escoba o cepillo puede levantar este polvo y cambiarlo de lugar.

En este paso no te olvides de limpiar detrás de muebles y bajo ellos. Ya que aquí suele acumularse mucha suciedad que poco a poco puede ir moviéndose por el resto de la casa.

Puede interesarte: Cómo limpiar la moqueta

Fregar el suelo

Si friegas el suelo con frecuencia te asegurarás de terminar de eliminar las partículas de polvo que se hayan podido escapar en los pasos anteriores. Si el suelo no está totalmente libre de polvo, al andar estaremos moviéndolo por toda la vivienda, incluso a aquellas zonas donde no había.

A la hora de fregar el suelo, mejor hacerlo con la fregona bien escurrida. Empieza desde el fondo de las habitaciones y continúa en el mismo sentido hasta llegar a la entrada.

Fregar el suelo con los productos adecuados también te ayudará a eliminar el mal olor de casa y que esta esté siempre reluciente.

Conclusión

Limpiar con frecuencia es la mejor forma de facilitarnos las labores de limpieza y al final, limpiar menos.

Además, puede ayudarte apostar por el minimalismo y tener decoraciones sencillas y poco recargadas. De la misma manera, evitar las alfombras, especialmente en dormitorios infantiles, te ayudará a tener menos acumulaciones de polvo en casa.

Para conseguir los mejores resultados en la limpieza de casa necesitarás unos buenos productos de limpieza. ¡Puedes encontrarlos en nuestra tienda online de productos y maquinaria de limpieza!