De poco sirve la limpieza si los propios utensilios de limpieza desprenden un olor desagradable que echa por tierra todo el tiempo invertido en limpiar. Para evitar este problema es importante cambiar con relativa frecuencia los artículos de limpieza que están en contacto frecuente con la suciedad y la humedad. Por ejemplo, los estropajos, las bayetas, las mopas o las fregonas. Pero, ¿es posible evitar el mal olor de los cubos de fregar para no tener que cambiarlos cada dos por tres? Os contamos algunos trucos que pueden ser de ayuda.

Trucos para conservar la fregona más limpia

Como decíamos, fregar con un cubo sucio y una fregona que no se ha lavado después de su última aplicación puede hacer que las superficies no se limpien como es debido ni se elimine el mal olor, sino todo lo contrario.

La limpieza no sólo debe hacerse en los distintos espacios y muebles de la casa, también es importante llevarla a cabo en las herramientas que se utilicen para limpiar.

El motivo por el que muchas veces la fregona o el cubo tienen un mal olor es porque se han utilizado para limpiar la suciedad equivocada. Por eso, es importante que antes de fregar se retiran del suelo cualquier resto de comida o líquidos grasientos. Por ejemplo, cuando se caiga aceite al suelo, puede ser más adecuado limpiarlo con papel absorbente. O en el caso de caerse un huevo, usar sal puede ayudarte a limpiar el suelo de manera más eficaz y sin tener que manchar un utensilio de cocina. Los restos de otros productos en el suelo como la harina, el café o el chocolate en polvo serán más fáciles de limpiar con ayuda de un aspirador.

Llevar estos consejos a la práctica te evitará ensuciar más de la cuenta la fregona y limitarla a su uso de fregar suelos ya barridos y libres de todo resto de suciedad suelta.

Para evitar el mal olor de la fregona, mejor escúrrela todo lo posible y evita dejarla dentro del cubo de fregar. Esto además de impedir que se impregne del mal olor del cubo, hará que la fregona se estropee menos y aguante mejor el paso del tiempo al estar menos tiempo en contacto de productos corrosivos como la lejía.

Otro truco para mantener la fregona más limpia y lista para un nuevo uso es airearla de vez en cuando dejándola fuera de casa. Dejar la fregona al aire libre puede ayudar a eliminar posibles bacterias y olor a humedad y suciedad.

Limpiar los cubos de fregar y las fregonas para evitar el mal olor

Tras conocer estos consejos para mantener siempre la fregona en las mejores condiciones posibles, es el turno de saber cómo limpiar la fregona para evitar el mal olor de los cubos de fregar.

Para esta tarea llenaremos el cubo de agua y unas gotas de lavavajillas. Acto seguido meteremos la fregona para limpiar bien el fondo y pasaremos al aclarado para retirar los restos de jabón y suciedad. Para ello, vacía el agua sucia una vez más y vuelve a llenar el cubo con agua limpia. Pasa a enjuagar la fregona y escurrirla hasta que no queden restos de jabón.

Si continúa el mal olor, puedes dejar el cubo con agua, jabón y un chorro de vinagre durante treinta minutos al aire libre. Luego, vuelve a enjuagarlo bien.

Si además de eliminar malos olores y limpiar la fregona queremos desinfectarla, pueden utilizarse unas gotas de lejía a la mezcla de agua y jabón y repetir el procedimiento, dejando la fregona al menos 15 minutos dentro de la mezcla.

Recuerda que otra forma de evitar el mal olor de los cubos y fregonas después de fregar es utilizando una fregona diferente en función de la habitación. Y si tienes mascotas, mejor tener al menos una fregona extra para limpiar sus pipís o restos de excrementos.